No sé por lo que estén pasando los que lean esta entrada al blog, pero quiero decirles que hoy fue un día de mierda. Y aunque lo haya sido, y quisiera una solución inmediata para las cosas que están aconteciendo y que no se reducen simplemente a la tusa que estoy superando progresivamente, me he dado a la tarea con el tiempo de aceptar que la vida se trata de paciencia y a ratos de preguntas sin respuesta.
No sé si a ustedes les pase, pero yo siempre quiero encontrar una solución rápida a las cosas que me duelen o me afectan y por eso mismo a veces termino generando acciones de las que luego me arrepiento, porque uno en caliente siempre actúa sin pensar, y de manera muy apasionada. Las pasiones sin límites tampoco son buenas.
Sea lo que sea, por estos días, especialmente hoy he sentido las energías demasiado densas en mi hogar, como que todo aquello negativo a lo que de alguna manera nos acostumbramos, no por mediocres, sino por miedo o porque ya no sabemos realmente cómo proceder nos gana.
Sí el miedo nos gana, a permanecer en un trabajo en el que damos todo, y nuestras mejores acciones, simplemente por no quedarnos sin dinero para el día a día, porque se aprovechan de nuestra situación de vulnerabilidad y buena onda, porque aunque sabemos cuáles son nuestros derechos no actúamos, no nos vamos por temor a quedar "sin nada". Porque tal vez, pese a que sabemos nuestras capacidades, creemos que no vamos a encontrar algo mejor de una manera rápida, porque vivimos cagados de susto de enfrentarnos a nosotros mismos y de demostrarnos a nosotros primero, toda la mierda de la que somos capaces.
Nos gana el miedo a dejar ir a alguien que por todos los medios posibles, nos ha dicho que no nos quiere hacer más daño. Pero nos aferramos a la idea de lo que queríamos que esa persona fuera o nosotros, o de lo lindo que vivimos, porque preferimos que pese lo lindo y no sus errores con los que nos dejamos dañar.
El miedo nos nockea cuando hay una situación familiar que nos duele y daña a todos a nuestro alrededor y en la que las soluciones, de igual manera son demasiado dolorosas.
En definitiva, el miedo nos tiene jodidos y es lo que no permite que avancemos o cambiemos de raíz las situaciones que no queremos vivir nunca más, pero ¿por qué lo permitimos?, porque todo cambio drástico implica dolor y estamos mamados de vivir en dolor, con ansiedad. ¿Acaso no es preferible llorar un momento para cambiar algo que nos daña y no lamentarnos de no haber actuado a tiempo?,
Sí es necesario deconstruir y significar para avanzar a donde queremos, sólo que somos tercos y estamos cagados de miedo de nosotros mismos.
¿Ustedes están pasando por una situación similar?
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